Hace tiempo que sigo la pista por internet de Jackie Rueda. Ella es fotógrafa y ha creado una Escuela de Fotografía online en la que pueden participar personas del todo el mundo. Ha formado una comunidad de amantes de este arte y los anima con sus retos fotográficos mensuales. El mayor reto del año y el más importante es el de “La búsqueda del tesoro”, que consiste en fotografiar no uno sino doce elementos diferentes durante el mes de julio.
Nunca me atreví a participar porque mi práctica fotográfica estaba algo anquilosada pero gracias a ella y su curso “Superstar”, he vuelto a disfrutar de la fotografía. Desde entonces sólo uso el modo Manual y veo fotos por doquier. Para este reto tan especial quise contar con la ayuda de mi hijo mayor. Él buscó junto a mí los elementos de la lista de los tesoros y también fotografió parte de ellos.
“La búsqueda del tesoro” es un juego donde hay que encontrar una serie de elementos. Por ello, es ideal para que participen los niños: dichos elementos están escondidos y debemos encontrarlos para ganar el juego. En algunas ocasiones, él era más rápido que yo a la hora de localizarlos, ¡su agudeza visual es mejor que la mía!
¿Dónde hay que buscar? Donde uno quiera. En cualquier lugar donde vayas de vacaciones o en tu propia ciudad, como fue nuestro caso. Este tipo de retos te ayuda a descubrir cosas nuevas de la ciudad en la que vives y a redescubrirla con otros ojos.
Nosotros decidimos salir en busca de los tesoros uno de los días más calurosos de Málaga. Fuimos todo unos valientes y el calor no nos amedrentó. Ya en la calle, con la cámara en mano, fuimos a la zona del río Guadalmedina de Málaga, junto al Soho. Bajamos debajo del puente del río buscando los grafitis a ver qué podíamos encontrar. Buscábamos la Málaga más grunge y urbana.
El ayuntamiento de la ciudad para embellecer esta zona propuso a artistas urbanos que pintaran en los muros laterales del río y hay obras muy interesantes.
Después nos dirigimos al centro histórico, a la zona de la Iglesia de San Juan, donde localizamos otros tesoros.
El calor apretaba cada vez más y tuvimos que hacer un descanso para tomar algo fresco.
Después de bastante tiempo desistió en hacer más fotos. El calor no ayudaba mucho pero aún así estaba pendiente por si podíamos descubrir alguno de los tesoros que nos quedaba por encontrar.
Para mí “La búsqueda del tesoro” ha sido doble, además de poder participar en este reto me ha brindado la oportunidad de compartir con mi hijo una actividad creativa divertida y diferente. Además de poder hacerle unas fotos preciosas que para mí son el mejor tesoro.
Después de ese día, la mayoría de las veces que salíamos a la calle iba cámara en mano para poder tachar los últimos tesoros que me faltaban de la lista. Y él siempre me ha acompañado. ¡Ha sido el mejor ayudante del mundo!
He disfrutado como una niña pequeña participando en este reto. Al final he logrado encontrar todos los tesoros. Aquí os los dejo.
1. Puerta amarilla, 2. Algo escrito en el suelo, 3. Reflejo en el charco, 4. Gente en el mercado, 5. Campanario, 6. Verja de la Iglesia, 7. En movimiento, 8. Violinistas, 9. Paloma alzando el vuelo, 10. Amor de abuela, 11. Escalera de caracol, 12. Sombra
¡Ha sido una experiencia muy gratificante que me ha ayudado a conectar con mi parte más creativa! Aún queda mucho por mejorar pero este es un comienzo…
Como empezamos en la zona del río de Málaga, se me vino a la mente esta canción de Pedro Guerra: “Debajo del Puente del río, hay un mundo de gente, abajo, en el río, en el puente…”. La canción nos descubre que hasta debajo del puente hay un mundo que desconocíamos, al igual que esta búsqueda me ha dado la oportunidad de vermi ciudad con otros ojos. ¡Espero que os guste!
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