“Buscando a Nemo” fue la primera película que le gustó a mi hijo mayor. Durante una temporada la veíamos casi a diario. Él no se cansaba de verla y he de reconocer que yo tampoco. Sería la temática, la tranquilidad que inspira el mar, los animales marinos lo que captaba su atención, a pesar de que aún era bastante pequeño. En mi caso, cada vez que la veía descubría un nuevo detalle que hacía que admirase más la capacidad creativa de sus creadores. Además del mensaje que encierra la película: no se puede sobreproteger a nuestros hijos, hay que darles libertad y confiar en ellos. Hasta que no me convertí en madre no entendí del todo lo que significaba realmente.
Con los peques de la casa se ha vuelto a repetir la situación y ha sido su primera película favorita, al igual que su hermano. Ya han ampliado la carta de películas que les gusta ver, pero “Buscando a Nemo” sigue teniendo algo especial para ellos. Y ahora que estrenaban la segunda parte con Dory pensamos que era la película ideal para ir por primera vez al cine con ellos.
Aún no han cumplido los tres años y no estábamos seguros si era demasiado pronto para llevarlos al cine. La capacidad de concentración a tan corta edad normalmente es mucho menor a la duración de una película. Pero observamos que en casa veían ya gran parte de ellas sentados pendientes de las imágenes de la televisión. Otro factor a favor fue que ya conocían los personajes de la película: Nemo, su padre Marlin, Dory, el maestro Raya, la tortuga…
Así que nos fuimos a la aventura sin saber cómo resultaría la experiencia. Para ir al cine no pueden faltar los “gusanitos. Mientras estén comiendo permanecerán sentados en sus asientos. Les dijimos que íbamos a ver a Dory, a Nemo y a su papá en una televisión muy grande y que se iba a apagar la luz, por si podía darles miedo la oscuridad.
Al final nos sorprendieron y les gustó mucho la película. Sólo casi al final de la película tuvimos que sentarlos con nosotros. Además de ver a los personajes principales descubrieron otros nuevos animales que ayudarán a Dory en la búsqueda de sus padres. Las películas de animales suelen ser un acierto.
Esta entrada no va de qué va la película de “Buscando a Dory”, sino de nuestra primera experiencia en el cine en familia. Pero me quedo con el valor de la familia y la importancia de los recuerdos. Hasta ahí voy a contar… Ambos largometrajes siempre tendrán un sitio especial en nuestra memoria y nuestro corazón.Guardar
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