Hace tiempo que no escribo, estoy desaparecida en combate. Varios acontecimientos ocurridos recientemente han minado mi ánimo pero por fin parece que va arreciando el temporal.
Te convences de que tienes que mantenerte fuerte y seguir tu vida como si nada hubiese ocurrido, pero tu cuerpo y tu corazón necesitan un descanso. Tu cuerpo es sabio y sabe lo que necesitas… ¡Deberíamos escucharlo más!
Piensas, “¡Es sólo una racha!”, pero hay momentos que cuesta recordarlo. Todos nos hemos sentido así en alguna ocasión. Tranquila, no estás sol@. Las redes sociales nos cuentan lo hermosa que es la vida y nos animan diariamente con frases alentadoras. Y parece que todo el mundo debe ser feliz…
Pero no pasa nada si un día estamos tristes, es la cara B de la vida. Recuerdo a Tristeza en “Del revés” y el papel tan importante que tiene: sin ella no podríamos disfrutar luego de momentos de alegría. En la vida se suceden los ciclos de tristeza y alegría y no pueden existir la una sin la otra.
Estas palabras no son sólo para las madres sino para toda persona que esté de “bajón”. Quiero recordarles que todo pasa y aunque suene típico “después de la tempestad llega la calma”: la vida son ciclos que vienen y van. Yo también deberé recordármelo a mí mísma, porque habrá días en los que me olvidaré de todo lo que aquí he escrito.
Con esta entrada me aventuro de nuevo al blog, con ganas de volver a escribir y compartir con vosotros todo aquello que pasa en el mundo de Imualandia. Este post dista mucho de lo que habitualmente escribo, aquí muestro mi cara más intimista y vulnerable. Espero que mis palabras puedan servirte de “paraguas” en los días grises y alegrarte un poco el día.
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