El pasado domingo 3 de Julio visité por primera vez el Rastro Cultural de La Térmica. Comenzó en noviembre de 2014 y desde entonces se celebra cada primer domingo del mes. La diferencia con otros rastros es que es el único de Málaga y provincia exclusivamente cultural.
En él podemos encontrar ropa vintage, creaciones artísticas, libros y revistas, decoración e interiorismo, objetos culturales, cómics y tebeos, instrumentos, videojuegos, particularidades de los años 70, 80 y 90, reproducciones en miniatura, postales, fotografías y letreros, juguetes vintage, etcétera. Todo ello amenizado con la banda sonora de música swing de fondo y gente bailando.
Vamos a recrear el ambiente con esta playlist de Spotify de swing, que nos acompañará durante el recorrido de este rastro original y diferente.
Los stands del rastro se sitúan en los jardines del edificio de La Térmica. Allí podemos encontrar gran variedad de productos culturales y objetos de coleccionismo.
Además de sellos y monedas para los coleccionistas y libros de segunda mano podemos encontrarnos toda clase de objetos variopintos de otras décadas.
Para todos aquellos que les gustan los objetos de decoración vintage este tipo de mercado es el sitio perfecto para encontrarlos.
¿Quién no recuerda estos teléfonos y lo que costaba marcar los números? Son todo un objeto de coleccionismo.
¡Ay! Yo tenía una de estas máquinas de escribir en casa. Durante un tiempo estuve apuntada a mecanografía y llegué a las 300 pulsaciones por minuto.
Y si estás buscando una cámara réflex puedes encontrar una amplia variedad de segunda mano para hacer tus primeras fotos.
El arte también tiene cabida y puedes comprar obras artísticas en diversos formatos.
Y el arte y la cultura también están presentes a través de la música. Málaga Swing son los encargados de hacer bailar a la gente a ritmo de swing.
El Rastro Cultural te teletransporta a otras épocas y puede traerte recuerdos incluso de tu infancia.
Los fans de “La guerra de las galaxias”, como nosotros disfrutarán con los objetos de coleccionismo que pueden hallar allí.
Y nosotros nos trajimos a casa uno de estos juegos de cartas de Fournier de “Érase una vez… el hombre”. A través de sus cartas se puede aprender la historia de la humanidad desde la prehistoria hasta el futuro.
Como madre este tipo de objetos es una oportunidad de rememorar mi infancia y poder enseñarle a mis hijos la manera en que la vivíamos. Te das cuenta mientras paseas por el Rastro del transcurso del tiempo. Encuentras muchas cosas que han quedado ya desfasadas y eso te hace sentir mayor y a la vez añoranza. Pero también sientes que se le da una segunda oportunidad, ¡lo vintage se lleva y está de moda!
Ya no habrán más citas hasta octubre. A partir de esa fecha se celebrarán los viernes por la noche. Para mí ha sido todo un descubrimiento. ¡Habrá que volver!
Y como la espera es larga os dejo este vídeo. ¡A bailar!
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